Carta a mamá
El trabajo se ha apoderado de mí y mis decisiones me han llevado a estar lejos, hago una pausa en mi vida para decirte todo lo que siento y lo tonto que fui al no expresártelo y es que no dejo de pensar en lo mucho que te extraño, recordé cuando era pequeño y me dejabas ensuciarme de tierra, subir árboles y correr por las calles con tanta rapidez que a veces mis tropiezos me hacían rasparme las rodillas, siempre secaste mis lágrimas y curaste mis heridas, no importa la edad que tenía, lo seguiste haciendo, seguiste limpiando mi llanto, como cuando me partieron el corazón y lloré por horas, o aquel día que me corrieron del trabajo, tus abrazos siempre me hicieron sentirme mejor.
No todas las lágrimas fueron por tristeza, me acompañaste en momentos tan importantes en mi vida, aplaudiste mis logros y me enseñaste a ser valiente, a esforzarme por mis metas, a saber, que no importa cuantas veces me caiga tu siempre estarás ahí, no importa si no es físicamente, como hoy que tus brazos me resultan ausentes, como hoy que necesito ver tus ojos para saber que todo estará bien.
Como quisiera acostarme en tus piernas para que acariciaras con tus manos mi cabeza, hoy valoro cada uno de tus regaños, cada una de tus correcciones. A veces me sorprendo de como pudiste hacerle tu sola con tantas cargas, el mundo es tan pesado que no tengo ganas de ver a nadie, pero tú a pesar de todo siempre estuviste, no importaba si era de madrugada, si era para curarme una gripa o mandarme un mensaje porque aún no llegaba a casa por estar de fiesta.
Hoy entiendo tu preocupación, ese miedo a perderte y no poder volver a verte, ese miedo de saber que ya no me abrazarás, que ya no voy a oler tu dulce aroma, que ya no prepararás mi comida favorita, miedo a perderme sin tu dirección, sin tus consejos.
Mamá no sabes lo orgulloso que me siento de ser tu hijo, el hijo de una mujer trabajadora, responsable, entusiasta, una mujer humilde y llena de alegría, una mujer que me mostró lo bello que es la vida en lo más simple de las cosas.
Hoy soy un reflejo de ti, de todo lo que me enseñaste y en quien ahora me estoy convirtiendo, te amo madre mía, te amo con todas mis fuerzas, te amo con todo mi corazón, no importa que no estés aquí el amor que siento por ti jamás se perderá, ahora siempre vives dentro y te llevo a todas partes. Gracias mamá por ser la mejor de todo el mundo.
Hoy te escribo como el hijo de tantas madres en el mundo, como todos aquellos que queremos abrazar en este día a nuestra mamá y no podemos, gracias por llenarnos de vida. Feliz 10 de mayo.