Una playa solo para aventureros
Hoy te quiero contar de una playa virgen, la mano del hombre no la ha tocado y eso permite que las especies que habitan ahí se acerquen sin problemas, rodeada de la imponente selva maya y grandes rocas en donde el agua choca fuertemente y forma una espuma blanca. Las palmeras grandes que al caer el sol generan sombras que el viento mueve y pareciera como si bailaran.
Se dice que solo los Playenses más aventureros conocen este lugar, se llega a ella caminando por alrededor de dos horas por la orilla del mar pasando Playacar en Playa del Carmen, llegas a la selva y pareciera que el camino terminó, pero si te adentras un poco más, ahí comienza la aventura.
Aquellos que se atreven a llegar se desnudan completamente, pues es imposible no conectar de la forma más natural con un sitio lleno de calma, con impresionantes escenarios, un viento que acaricia todo tu cuerpo hasta ponerte la piel chinita, la arena suave y blanca que sientes en cada uno de los dedos de tus pies, el verde de la naturaleza y un mar azul cristalino que se graba en tu memoria como una postal de viaje.
No estoy bromeando, no es sacado de una película, la playa existe y forma parte de la Riviera Maya, así que si tienes la oportunidad de visitar este lugar no solo te llevaras una gran sorpresa, estoy seguro que será una experiencia de vida que jamás olvidarás.