Pandora brilla con diamantes cultivados en laboratorio
A tono con los tiempos y la actitud de las nuevas generaciones, que abogan por la protección del medio ambiente, antes que se arda el planeta Tierra, la joyería Pandora anuncia que dejará de usar diamantes extraídos de las minas y sólo venderá diamantes cultivados en laboratorios, de forma sostenible y sin impactos negativos contra la naturaleza.
La noticia ha alegrado a millares de jóvenes, pues con esta alternativa no sólo quedarían atrás las prácticas de extracción en minas, que trae aparejado trabajos forzosos, violación de derechos humanos y abusos físicos en países del tercer mundo, sino que también bajarán los precios de los diamantes y estarán al alcance de más personas.
Según Alexander Lacik, director ejecutivo de la joyería danesa, con esta solución los diamantes de laboratorio requieren cinco mil veces menos bióxido de carbono y tres mil veces menos agua que los costosos diamantes sacados de las minas, de modo que el impacto ambiental disminuirá sensiblemente y crecería la cifra de compradores.
Hasta ahora, las piedras del laboratorio han sido alimentadas con un 60 por ciento de energía renovable. Pandora fabricó 85 millones de joyas el año pasado y vendió 50 mil diamantes. La nueva colección Pandora Brilliance, con diamantes de laboratorio, se estrenará en el Reino Unido este año y se venderá en Europa y Estados Unidos.
Si se cumple al pie de la letra este proyecto, con poco dinero cualquiera podrá comprar un anillo de diamantes para su novia o para sí mismo, sin el conflicto ético de que detrás de estas piedras haya una historia de sangre derramada en las minas y con la certeza de los gases de efecto invernadero irán desapareciendo por la magia de la tecnología.