Identifican a nuevo dinosaurio en México
Lo llenaron de colores, verde, amarillo y naranja, unos tonos rojizos predominaban en su cabeza, el Tlatolophus galorum, un enorme colosal herbívoro, murió hace 73 millones de años en un reducto de agua de la hoy entidad de Coahuila, se supo luego de que paleontólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y de la Universidad Nacional Autónoma de México estudiaran gran parte de la osamenta del dinosaurio.
Pasaron semanas y quizás meses para recolectar, limpiar y analizar los fragmentos óseos, hasta que los paleontólogos lograron armar la cresta del dinosaurio, que mide un metro y 32 centímetros de largo, así como partes del cráneo: mandíbulas inferiores y superiores, paladar y el segmento que se conoce como neurocráneo, donde se alojaba el cerebro.
Dadas las excepcionales condiciones de conservación del cráneo, se pudo comparar al ejemplar con otras especies de hadrosáuridos como el Velafrons coahuilensis. El examen mostró que la cresta y la nariz eran más parecidas, pero no iguales, a las de los parasaurolofinos, por lo que se trata de una nueva especie encontrada en México.
Validado por la comunidad científica, el hallazgo vio la luz en forma de artículos en la revista Cretaceous Research. El nombre es un homenaje dado por los investigadores del INAH y de la UNAM. El género Tlatolophus se deriva de la voz nahua tlahtolli (palabra) y del griego lophus (cresta), así que se traduce como “cresta palabra”. Debido a sus condiciones físicas le atribuyeron muy buenas funciones comunicativas, y algunos ya le llaman el “dinosaurio platicador”.
Mientras tanto, la cola articulada del Tlatolophus galorum se exhibe —con apoyo del ayuntamiento— en un espacio de la cabecera del municipio coahuilense de General Cepeda, para que visitantes y vecinos, principalmente los niños, conozcan los vestigios de un antiguo habitante de la Tierra, que no figura en las películas de Jurassic Park.