MEMORIAS DE UNA YOGUI II
¿Cuál Yoga?
La semana pasada platicamos que existían muchas variaciones de yoga y cada estudio o escuela puede tener varios estilos diferentes, debes saber que es importante que preguntes e investigues antes de entrar a una clase. Te voy a platicar como lo aprendí yo.
La primera vez que hice yoga fue en Playa del Carmen, pasé por una tienda muy bonita que me llamó a entrar y descubrí que era un estudio de yoga, así que me enliste para tomar una clase al día siguiente. Como siempre fui bastante activa y apasionada de los deportes pensé que cualquier clase sería cosa fácil, así que elegí la que más se acomodaba a mis horarios, ignorando el estilo o grado de dificultad.
No les voy a mentir, tener que pasearme en mi bici con mi tapete de yoga por las calles era quizás mi parte favorita de tener que asistir.
Al día siguiente llegué a la clase, tomé un lugar lejos del profesor, asumí que los más avanzados irían al frente. Pero eso no sirvió de nada, el profesor identificó mi rostro nuevo, estaba atemorizada, acto seguido él apuntó a mi botella de agua que estaba mojando el piso de madera, y la recogí. La clase comenzó amistosamente con una pequeña meditación en silencio para después convertirse en un veloz y rítmico sufrimiento.
Más de lo que imaginas, el autodescubrimiento
En ese momento pensé que todos estaban locos, el calor parecía insoportable y las posturas imposibles de copiar, lo único que pasaba por mi mente era ¿Cuándo se va a terminar? Quizás me haya salido antes de que terminara la clase, la verdad no lo recuerdo.
Lo que sí sé, es que dos días después, ahí estaba de nuevo. Y tres años más tarde, me encontraba dando clases en ese mismo salón, ya les hablaré de eso más adelante.
Sucede que sin saberlo me había enlistado a una clase con un grado de dificultad avanzada, me enteré que esta clase se llamaba “Gannon Power Vinyasa”, recibe el nombre en honor al creador de la secuencia de movimientos, profesor y dueño del estudio, Mr. Michael Gannon.
Para que no te pase lo que a mi, te voy a contar un poco de las modalidades de yoga más comunes para que elijas la que más te guste y se adapte a tus necesidades.
Empezaré por las más básicas y terminaré con las más avanzadas…
- Hatha Yoga: Este es un término genérico para cualquier tipo de yoga que enseña posturas básicas. Las clases de Hatha funcionan como una preparación previa y ligera de las posturas del yoga. Ideal si es tu primer acercamiento al yoga.
- Iyengar Yoga: El Iyengar se centra en encontrar la alineación correcta en cada postura usando diferentes accesorios, como bloques, mantas, correas, sillas y soportes. Si tienes una lesión o enfermedad crónica, Iyengar es probablemente la mejor opción.
- Kundalini Yoga: Es un método de meditación cuyo objetivo es liberar la energía acumulada. Hay una energía vital llamada Kundalini que reposa en la base de la columna y hasta la coronilla de la cabeza. El objetivo de esta modalidad es poder despertarla y saber cómo y cuándo activarla. Este tipo de yoga es ideal para las personas que sufren de estrés.
- Yin Yoga: Este yoga se realiza con una base estable, por lo que las posturas pueden realizarse con el mínimo esfuerzo muscular. Requieren del practicante una atención plena y consciente sobre su propio cuerpo. Es una práctica que nos ayuda a conectarnos y relajar tensiones. Se recomienda practicar previamente yogas más dinámicos.
- Vinyasa Yoga: Se trata de la transición dinámica de una postura a otra fluyendo rítmicamente con la respiración consciente. Es decir se sincroniza la respiración y el movimiento. Todas las posturas sostenidas por el cuerpo están conectadas a través de la respiración rítmica, creando fuerza y energía en el cuerpo. No es recomendable para principiantes.
- Bikram yoga: Esta curiosa modalidad consiste en una combinación de 26 posturas y se realiza en una sala a 42 grados de temperatura con bastante humedad. Estas condiciones favorecen la sudoración y la eliminación de toxinas. Nos invita a desarrollar una mente atenta y concentrada.
- Ashtanga: El yoga tradicional, está basado en las enseñanzas antiguas de Pattabhi Jois. Este riguroso estilo de yoga sigue una secuencia específica de posturas que siempre son las mismas, se desarrolla a través de movimientos y respiración sincronizados. Es un yoga muy físico, recomendado para los que quieren avanzar hacia posturas más exigentes.
- Acro yoga: Las posturas se realizan con otra persona quienes se ayudan mutuamente como soporte para realizar las posturas. Es un gran reto personal ya que tienes que fiarte de ti mismo y de la persona con la que practicas. Es un desafío a tus límites, a tus inseguridades. A través de él, favorecemos la escucha, la compasión, la comunicación, el movimiento, la conexión y el juego.
* Importante: Muchos estudios eligen sus propios nombres para sus clases. Si no reconoces el tipo de yoga por el nombre de la clase, debes preguntar qué estilo de yoga se practica.
Si estás empezando, te recomiendo no correr y establecer bases sólidas, ir paso a paso descubriendo y experimentando. Esto te permitirá practicar de forma segura para seguir evolucionando. Recuerda, tu mejor herramienta es la repetición, practicar y practicar. La constancia y la perseverancia son claves para superar la frustración inicial de no llegar a realizar una postura o no poder mantener el ritmo. El yoga requiere respeto por uno mismo y aceptación de tus límites físicos.
¡Así que practica mucho, conecta, explora y diviértete!