Cenote dos ojos (Tulum), el corazón del mundo subterraneo

 Cenote dos ojos (Tulum), el corazón del mundo subterraneo

Si lo que necesitas es reencontrarte con la naturaleza, estos cenotes son la oportunidad perfecta. Desde su entrada te toparás con caminos llenos de vegetación de un verde vibrante, el primer cenote tiene increíbles cavernas con formas de otro planeta, el agua es tan fresca y cristalina que te invita a lanzarte y sumergirte en un mundo lleno de magia, los pequeños peces nadan alrededor de ti, mientras contemplas el mundo que existe tanto en la superficie como al fondo del cenote.

El paraíso no está solo en el agua, cada uno de los espacios que este cenote te brinda son maravillosos, puedes observar un espectáculo en el aire; con golondrinas volando a sus nidos ocultos en las cavernas, veloces murciélagos girando, mariposas gigantes con alas de color esmeralda, ¡y claro! los imponentes azules de las alas del pájaro Toh, que se posa en las ramas de los arboles y mueve su cola de arriba hacia abajo como si fuera un péndulo.

Pero el paisaje no termina ahí, de camino al segundo ojo encontrarás bellas postales, donde podrás tomar mil fotos, además un área de picnic para comer si llevas tu propio alimento, camastros, hamacas, columpios, espacios de masaje para relajarte, baños y regaderas.

Sacado de una película de fantasía

Al llegar al segundo cenote, sentirás que estás entrando al pasado, para acceder tienes que bajar por unas altas escalares, el cenote es subterráneo, al centro se encuentra la basta vegetación de la zona y alrededor una circunferencia llena de agua color turquesa, donde te podrás introducir para contemplar el paso de los años, esas cavernas son más grandes de lo que te imaginas y solo basta que eches un vistazo al fondo para que veas la maravilla en la que estás flotando.

Este lugar es perfecto para todos los amantes del buceo, mientras disfrutas de la preciosa naturaleza en la parte de arriba, debajo de las cavernas encuentras vida de miles de años atrás, construcciones naturales que sorprenden a cualquiera, los rayos de sol llegan en pequeñas partes y convierten el cenote en una fantasía visual, pero hay espacios en donde no llega la luz y las aguas se tornan oscuras, por lo que no se puede contemplar muy bien a menos que tengas una lámpara especial y equipo de snorkel, así que si tienes la oportunidad de hacerlo, no te arrepentirás. 

Para entrar a los cenotes siempre se te pedirá que laves todo tu cuerpo, para cuidar que no se contaminen estos santuarios de la naturaleza, una vez que ya tengas decidido no entrar puedes colocarte bloqueador o repelente y disfrutar de los distintos escenarios, pero es muy importante que seas honesto y, si te vuelves a meter, laves tu cuerpo perfectamente antes de entrar.

Además, es un espacio familiar, con restaurantes y tiendas alrededor, el estacionamiento es gratuito, el pase de entrada tiene distintos precios: el económico que te incluye el acceso, tiempo ilimitado para nadar en las áreas claras y chaleco salvavidas por solo $350 pesos; el paquete de $700 te incluye: tour con guía, chaleco, lockers, snorkel, tiempo libre, acceso a la Baticueva (una caverna a la que solo se puede llegar con un guía certificado). 
Este cenote se encuentra ubicado en la carretera entre Tulum y Playa del Carmen, en el Parque Dos ojos que también alberga “el Cenote Jaguar, Cenote Nicte Ha, Cenote El Pit y Cenote Los Monos”, pero es recomendado visitar uno por día, para poder disfrutarlo al máximo pues se encentran alejados uno del otro, lo que es un hecho es que El Cenote Dos Ojos es un lugar obligado a visitar si te encuentras en la Riviera Maya.

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