CARTA DE UN SOCAVÓN A LA SCT, CARRETERA DE CANCÚN

 CARTA DE UN SOCAVÓN A LA SCT, CARRETERA DE CANCÚN

Quintana Roo, México.- Y nos dieron… la una, las dos, y las tres. Quizás algo así cantarían los turistas sí conocieran a Joaquín Sabina y tuvieran a bien el ánimo de decir: perfecto quiero visitar México y pasar las vacaciones en “Don Socavón”. Y es que aunque usted no lo crea, este tipo de pozos no son exactamente los que se promocionan, pero se están formando.

Hace más de cinco años en la carretera federal 307, en el tramo que va de Cancún a Playa del Carmen, frente al hotel Iberostar, la naturaleza reclamó su espacio, con el hundimiento de 12 metros de ancho por 2,5 metros de profundidad, los estudiosos por fin se habían dado cuenta que se trataba de fracturas en el suelo debido a la existencia de un cenote, mismo que decidieron rellenar.  

Recientemente la 307 vuelve a figurar, luego de un año de la aparición de las fisuras por donde al parecer pasará el Tren Maya; los empresarios ven trabajar en conjunto con espeleólogos, pues se necesita hacer mapas con precisión, para determinar la conexión de los socavones y los ríos subterráneos.

Con lo antes dicho se sabe que la zona es cavernosa, por lo que se solicitó a las autoridades pongan especial interés, ya que la incidencia de casos con la que se vive da origen a un verdadero caos vial, y es que tanto los locales como los turistas que suelen transitar por aquí, tienen que frenar, y se llevan hasta tres horas atorados en el congestionamiento. La vía de acceso en el estrecho tramo se complica. ¡Qué miedo caer!

El ruido de la incomodidad llegó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), mediante una carta de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV) de Cancún, quien hizo un enérgico reclamo, pues ya desde hace un año que se solicitó una primera atención, y nada que resuelven.

A unos días de entrar a vacaciones de verano, el llamado hacia las autoridades se hace urgente; cómo es posible que siendo el destino turístico número uno deje varados por horas a sus viajeros y a su gente, entre la bella selva con mar, entre caminitos a elegantes hoteles o alrededor de lugares de bares y hostal.

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