UNA ELECCIÓN DE PRESENTE Y FUTURO
El miércoles que viene finalizan las campañas. Se presume que con esta pausa habrá tiempo para reflexionar para así decidir por quién votar.
A diferencia de otras democracias, la nuestra le da un cuestionable tiempo a los ciudadanos, abrumados por las obsesivas elecciones.
Hay mucho en juego el 6 de junio. Es cierto que cada tres años decimos lo mismo; sin embargo, existen variables que pueden marcar diferencias porque por más desigual y confuso que pueda ser y parecer el Gobierno, el camino que está tomando es diferente al de otras administraciones.
Una nueva mayoría de Morena ratificará el curso de las cosas, va a fortalecer los lineamientos que define y marque el Presidente. La continuidad está en juego en la elección, Morena va a alcanzarla, la duda está en la capacidad de maniobra que le vayan a otorgar los ciudadanos.
También estará en juego lo que en el país se quiere de los gobiernos locales. Cada municipio, cada distrito y cada estado vive dinámicas propias, en muchos casos alejadas de lo que se ve desde el centro y de la omnipresencia presidencial. Con todo y la alta popularidad nacional del mandatario, en algunos estados no necesariamente le va bien, además de que su presencia puede no ser parte de la decisión de los votantes en los procesos locales.
En medio de todo esto, si algo importa somos los ciudadanos, por más que parezca que no es así. Pareciera obvio consignarlo, pero está muy claro que siendo quienes posibilitamos el triunfo o la derrota, lo que ha venido a pasar es que las candidatas y los candidatos nos pasan por alto, como se refleja en el contenido de la mayoría de las campañas; algunas menosprecian de manera grosera a los votantes.
Muchas variables intervienen en la cabeza de los ciudadanos. El Presidente ha sido y es un factor determinante en el proceso y ronda sistemáticamente en el imaginario colectivo.
Se la ha pasado en campaña sin importarle los dictados legales ante los cuales siempre busca tener una respuesta. Si un tribunal asegura que está violando la ley, responde que no comparte lo dicho por la institución para continuar como si nada.
Da la impresión que tanto el INE como el TEPJF han optado por bajar el tono de las cosas, a sabiendas de que cada vez que hagan una observación en la mañanera, les van a recetar todo una retahíla de opiniones sin importar su validez.
El Presidente terminó siendo lo que durante décadas pidió que no hicieran sus antecesores, meterse de cabeza en las elecciones.
Habrá que ver qué tanto estas consideraciones van a trascender entre los electores. La ventaja para el Presidente y su proyecto es que la oposición anda en el vacío. La oposición se mueve tratando de frenar al tabasqueño sin mostrar alternativa alguna, lo quiere parar a como dé lugar sin ofrecer nada a cambio.
A los morenistas y a sus seguidores les importa el Presidente, mantener un proyecto al que le falta definición plena, a lo que se suma que les ha gustado el poder para gobernar, señalar y en muchos casos someter.
El gran riesgo que están corriendo es que van en vías de terminar como lo que nunca quisieron ser.
RESQUICIOS
¿La séptima será la vencida? Israel Rivas, padre de Dana, niña enferma de cáncer, se la ha pasado tratando de conseguir, junto con otros muchos padres de familia, medicamentos para sus hijos. Nos dice que ayer en la mañanera se cumplió la séptima ocasión en que les aseguran que ya hay medicamentos para los niños.
Esta columna se publicó en La Razón el 28 de mayo de 2021.
Agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarla en BalamNews.