LA SORPRESA QUE VIENE

Ya solo faltan días para que el momento tan esperado llegue, ir a las urnas es un derecho y una responsabilidad, aún con la pandemia, el destino de los municipios espera una nueva suerte.

Se están jugando muchas cosas, intereses, inversiones, pero sobre todo la permanencia en el poder, que no necesariamente tiene que ser la misma persona que lo ostenta, ceder el paso a alguien, con acuerdos, también es permanecer.

Ha habido signos, cosas de las que no se dan cuenta los demás, que apenas son perceptibles, pero no para los minuciosos ojos de los analistas políticos, movimientos que se dan y parecieran invisibles, pero que ahí están sucediendo.

En Solidaridad, flota en el ambiente, una sensible pérdida de convocatoria en la campaña de Laura Beristain, los números no son los esperados, las cuentas no están saliendo y la desesperación aumenta, cada día, es menos gente, que va a tenerla entre sus opciones de elección.

Al mismo tiempo Gabriel Mendicuti ha crecido con rapidez y con atino, tocando fibras sociales, palmeando hombros lastimados por la indiferencia, sentándose incluso en lugares prohibidos, recordando rostros olvidados marcados muchas veces por el miedo, por la intimidación, con tufo a soberbia y menosprecio.

Que sean ellos, emanados de un mismo hilo político conductor les da un punto de coincidencia, tan solo por eso, las circunstancias les dan más cosas en común de lo que imaginaban, la burda presión política ejercida contra ellos, los va juntando en una sola desgracia, que podría convertirse en hegemonía de ideas.

De una problemática en común podría crecer una salida próxima, en donde claudicar sería sinónimo de una alianza sin precedentes, amalgamar fuerzas, y podría darse entonces, una singular votación, Laura así podría sumarse a Gabriel, dando esto un triunfo contundente, que no sólo consolidaría ganar la elección, sino también dejar un camino amplio, con mucho margen para un próximo 2022, lo que sería una gran sorpresa para todos.

De la Redacción

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