El aumento de colonias irregulares ponen en riesgo el ecosistema
En Quintana Roo existen muchos lugares, que la SEMA (Secretaría de Medio Ambiente) considera para la conservación del medio ambiente, debido a la fragilidad del ecosistema, sin embargo y desde hace unos años, algunas personas se han encargado de invadir distintas áreas de esta importante zona.
Para ser exactos, se trata de siete colonias irregulares ubicadas al noroeste de Chetumal: En los corredores, “Forestal La Península Santa-Elena”, así como del “Corredor Turístico Calderitas” de 16 mil 698 hectáreas y 11 mil 987 hectáreas cada uno, vitales “para la recarga de los acuíferos locales”.
Estas personas han invadido la zona, instalándose de forma irregular, creando un daño al medio ambiente local, pues se trata de cuatro mil 129 habitantes, repartidos en cuatro asentamientos, dos de los cuales aún no tienen nombre, mientras que los otros son Tamalcab y Nuevo Progreso.
La devastación ecológica es de dos mil 847 hectáreas de selva, en el caso del corredor turístico Calderitas, las colonias Palomos, Edén y Santa Fátima, mientras que en el caso del corredor forestal, ubicado al norte de la sabana de Chetumal, se han perdido cerca de mil 899 hectáreas de manglar y vegetación.
Una situación alarmante, pues a pesar de que el 60% de esta zona está destinada a la conservación, en los últimos años se ha visto totalmente dividida por las construcciones de las parcelas y predios particulares.
¿Y la respuesta de las autoridades?
La secretaria de medioambiente ha exhortado al ayuntamiento othonense a tomar las medidas necesarias para evitar este daño a la naturaleza, pero hasta el momento el gobierno municipal no ha sido capaz de dar una respuesta a este problema tan grave, por lo que las autoridades ambientales estiman que antes de 2024 las invasiones habrán terminado con el 35% de esta zona.
Con información de Novedades Quintana Roo.