Las bodas y los divorcios de los Mayas

 Las bodas y los divorcios de los Mayas

Parece que el amor es el tema del que todos hablan, no importa el tiempo, una y otra vez vemos historias en el cine, en la televisión y ahora en las series, acerca de cómo los protagonistas sufren por no poder estar con su verdadero amor, o que sus padres deciden por ellos y prefieren seguir en un estatus familiar, antes de permitir que el amor triunfe sobre todas las cosas, y para los Mayas no era muy distinto.

Si crees que los padres en la actualidad son estrictos, te cuento que los jóvenes mayas se casaban super chavos, pues entre los 12 y 15 años, sus padres ya les estaban consiguiendo pareja, para arreglar grandes bodas y así permanecer en lo alto de la pirámide.

Como sacado de novela, el matrimonio de los hijos tenía que pertenecer a la misma clase social, por tal motivo cuando una doncella se enamoraba de un obrero o alguien que estuviera debajo de su estatus, su romance era imposible, pues incluso si un primo era una mejor opción que cualquier otro chico el matrimonio se efectuaba entre familia.

Así como se tienen costumbres en las familias al casarse, los Mayas también tenían sus tradiciones, por ejemplo; el padre del muchacho que se iba a casar tenía que otorgar el vestido y algunos artículos para que la doncella usará el día de su compromiso, una costumbre que hasta hoy se conserva en muchas familias.

Pasa también que en la actualidad, un sacerdote, un pastor o una autoridad religiosa efectúa el casamiento, pero para los mayas existía el ah atanzah (casamentero profesional) quien perfumaba la casa antes de dirigir el matrimonio y luego participaba en un gran banquete festivo, con música ancestral, sacrificios, comida y mucha danza, muy parecido a las buenas fiestas que nos aventamos cuando alguien de la familia se casa. 

Y si crees que las separaciones son de nuestros tiempos, te platico que el divorcio en los mayas era de lo más común, pues algunos hombres se llegaban a casar hasta once o doce veces después de haberse divorciado correspondientemente de cada uno de los matrimonios.

¡Eso sí! a partir del segundo matrimonio, ya no se celebraba un ritual de casamiento, las cosas eran más sencillas después de haberse divorciado por primera vez, pues bastaba con que el hombre visitara a la mujer a su casa y esta le preparara una comida y listo, esta acción daba entender a todos que ambos se aceptaban el uno al otro y eran reconocidos ante la sociedad como una pareja.

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