LOS NUEVOS ALCALDES Y SU ROL EN LA EDUCACIÓN DE MÉXICO

Durante décadas, el papel de los ayuntamientos en materia de educación había estado sometida a la pura voluntad del presidente municipal en turno, en ocasiones se limitaba a dotar de útiles y uniformes escolares, equipamiento y, en el mejor de los casos se mejoraba la infraestructura educativa, lo cual no es un esfuerzo menor, sin embargo, el involucramiento del ayuntamiento no iba más allá.  

El 30 de septiembre de 2019, se publicó en el Diario Oficial de la Federación la nueva Ley General de Educación, con la excelente noticia de que se les reconoce a los ayuntamientos como autoridades educativas y los dota de nuevas atribuciones en la materia. 

Al respecto, el reconocido Doctor Gilberto Guevara aseguró que “Cualquier transformación del país (pienso en la 4T) debe comenzar desde abajo, en la célula social por excelencia que es el municipio. México necesita municipios —y ayuntamientos— fuertes, activos, que realicen un intenso trabajo a favor de los cambios que se proponen. En la política identificada como la Nueva Escuela Mexicana los municipios deben tener un protagonismo esencial.” 

Nuestros nuevos ayuntamientos ahora podrán entre otras cosas, celebrar convenios con los gobiernos estatales para coordinar o unificar sus actividades educativas y cumplir de mejor manera con las responsabilidades a su cargo. Por otro lado, el artículo 23 dice que “las autoridades educativas de los gobiernos de las entidades federativas y municipios podrán solicitar a la Secretaría actualizaciones y modificaciones de los planes y programas de estudio, para atender el carácter regional, local, contextual y situacional del proceso de enseñanza aprendizaje”. 

Esto quiere decir que cada municipio, al ser autoridad educativa, puede señalar cuáles son las necesidades de su región y de esa forma inmiscuirse en el sistema educativo nacional. ¡Esto es maravilloso!

La evolución de los municipios es más factible si los ayuntamientos están al pendiente de los planteles de todos los niveles educativos. Si los alcaldes convierten a las escuelas en uno de los puntos más importantes en su gestión, no solo estarán fortaleciendo el tejido social desde la base, sino que, incluso electoralmente, estarían trazando un camino nunca antes transitado en donde confluye el núcleo de la comunidad.

El trabajo de los ayuntamientos es fundamental para darle seguimiento a algunos asuntos, no sólo para apuntalar asuntos de infraestructura educativa, sino también para proponer y consolidar proyectos educativos y pedagógicos concretos, flexibles e innovadores desde un enfoque local.  Es conveniente revisar las experiencias que se han puesto en práctica en otros países como Canadá y Chile, entre otros, para analizar qué ventajas y qué desventajas ofrece un esquema efectivo y de largo alcance, orientado hacia la municipalización de la educación en México, en todos sus niveles.

Lo sabemos, en materia educativa en nuestro país la administración de la educación ha sido desde una perspectiva política que evite conflictos con el magisterio, lo que corresponde al orden federal y estatal. En los municipios, la educación “navega en aguas turbias” del discurso político de sus alcaldes; de vez en cuando algún periódico publica que un presidente municipal levantó una barda perimetral en una escuela. Hasta ahí llega. 

A los gobiernos, los elegimos y fortalecemos los ciudadanos, en esta nueva era que comienza, la tarea es clara:  como ciudadanos podemos y debemos proponer una más y mejor participación de nuestros gobiernos locales en la educación de nuestros niños y jóvenes.

¿De qué forma? ¿Cómo podríamos lograrlo si en la mayoría de las ocasiones nos gobiernan a partir del desconocimiento? 

De esto hablaré en mi próxima entrega. Nos leemos por Balam News.

Juan Carlos Duran

Notas relacionadas