EL VITRAL QUE CAMBIA
Fue hasta que vine a vivir a Cancún cerca del año 2000, cuando por encargo de unos amigos conocí la técnica y los materiales del vitral más de cerca, y quedé cautivado.
Dentro del vitral hay una variedad muy grande de vidrios, hay de diferentes texturas, colores, opacidades, nacionales e importados. Existen vidrios mezclados o trabajados con otros que son únicos, es decir vidrios intervenidos en los hornos que cada uno es irrepetible y bellos, ya en sí algunas hojas de vidrio son unas obras hermosas.
Es el vitral que cambia constantemente con la interacción de la luz. Así como una copa de vino tinto en una copa deja ver hermosos reflejos intangibles que se proyectan, así es el placer de ver la luz que traspasa al vidrio.
Puse un pedazo de vidrio de color poco arriba de mi mano y degusté el paso de la luz en mi piel como nunca lo había hecho, visto y sentido. El vidrio filtra y transforma la luz que es transparente, la transmuta en color! Fue así como me acerqué a esta técnica que tiene una imagen y proyecta.
Tiene sus reglas físicas en el corte del vidrio y ensamblado que requieren práctica, pericia y comunicación con el cristalino material y, para crear un diseño armonioso y sólido, se deben tomar en cuenta.
El vitral ya instalado juega con la luz, la imagen cambia de intensidad, influye en la iluminación del espacio interno y es el claro ejemplo de una obra que transforma el espacio a su alrededor.
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