Papel amate
El papel amate es representativo de México, fue usado en códices prehispánicos, así como en Egipto es representativo el papiro. El papel amate tiene centro de manufactura en San Pablito Pahuatlán en el Estado de Puebla.
Este papel está hecho de las cortezas de los árboles jonote y morera sigue siendo su producción de manera artesanal. Los principales colores con que se producen son el blanco, y el color corteza, además hay gran variedad de colores del papel que adquieren sus colores gracias a la aplicación de algunas anilinas.
Desde sus orígenes el papel ha sido usado como elemento decorativo, ha pasado el tiempo y se ha diversificado en una gran variedad de artesanías.
En las pinturas populares existe un apego a la pintura figurativa delineada con o sin color. Las imágenes tienen sus reglas, no se deben repetir las figuras, y si hay figuras muy parecidas, la combinación de colores en estas debe no ser repetida.
Para pintar un papel amate hay que ser cuidadoso, es un papel frágil. El papel en sí visto de cerca y con cuidado tiene un patrón o dibujo natural peculiar que puede ser un detonante de ideas al intervenirlo.
Los soportes de pintura normalmente son superficies lisas, este papel es ideal para desarrollar ideas a partir de seguir al papel o interpretar sus manchas naturales. La comunicación del artista con su obra empieza antes de empezar a pintar, porque cuando se empieza un cuadro muchas veces se empieza en blanco, este papel ya tiene unas vetas con las que invita al artista a dialogar sobre las formas. El papel amate es portador de códices, artesanías y propuestas artísticas. Es un material oriundo de México. Parte de nuestro patrimonio cultural.
Por Pablo Almeida