Urgen líderes estudiantiles

En la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, en la sección de reseñas biográficas parlamentarias, se encuentra la de Camila Antonia Amaranta Vallejo Dowling, actualmente con 33 años, mujer joven, quien, gracias a que aprovechó las oportunidades en la universidad, encontró la vocación y pasión por liderar luchas sociales que hoy puede impulsar desde el congreso de su país como diputada. ¿Qué lecturas encontramos en esto?

Como Camila, miles de jóvenes encuentran en la universidad la oportunidad de desarrollar sus habilidades de liderazgo, ese liderazgo que se exige a nivel global, sobre todo en una sociedad en la que se mide ante todo el ser competente y en la capacidad de, como lo expresa el argentino Arieu: “en ser capaz de inspirar y asociar a otros con un sueño”.

¿Cómo puede la universidad ser esa plataforma que impulse los liderazgos que Latinoamérica necesita?

La universidad ayuda a los estudiantes a reforzar su confianza en sí mismos y a adquirir independencia, pero también a desarrollar habilidades como la comunicación, la presentación, la capacidad de resolver problemas, la organización y la priorización de tareas, al tiempo que mejora su capacidad para trabajar en equipo.

La universidad es también una oportunidad para establecer contactos para toda la vida, con compañeros de diferentes orígenes y culturas, así como la ocasión para adaptarse a un nuevo lugar en el que los estudiantes se sienten cómodos y apoyados. Asistir a la universidad tiene una importancia trascendental, su relevancia no radica exclusivamente a lo que sucede dentro del aula, sino en lo que pasa alrededor de ella, afuera, en esas oportunidades que existen organizando congresos, formando parte de colectivos, de consejos escolares, y de movimientos estudiantiles propositivos.

Duele reconocer que hay jóvenes que se están retirando de la universidad por no tener las condiciones económicas y tecnológicas mínimas, para permanecer en ella o porque ya la universidad no representa el mérito profesional que tenía hace unos años.

¿Sabía usted que la mayoría de las universidades mantienen un estricto control de sus estudiantes, a tal grado que no les permiten organizarse de ninguna forma? ¿Sabía usted que la mayoría de las universidades sofocan las intenciones de algunos estudiantes por hacer actividades mucho más trascendentales que pasar las notas? ¿Qué están haciendo las universidades para dotar de plataformas para fortalecer el liderazgo de los jóvenes?

En México hay déficit de liderazgos juveniles y no estamos haciendo lo suficiente para fortalecerlos, incluso cuando llegan a destacar algunos, los partidos políticos vorazmente los embaucan con promesas y los desvían. Urgen iniciativas que nos permitan incentivar y propiciar las condiciones para los jóvenes se animen a ser protagonistas e ir al frente de problemáticas sociales en las que sólo ellos pueden romper paradigmas.

Las universidades se están conformando por mantener su matrícula y ser una fábrica de egresados, no obstante, urge fomentar el desarrollo humano y social que necesitamos para abanderar causas justas, lo que importa es que les creamos, que confiemos en ellos y les hagamos el sendero más fácil.

¿Qué iniciativas propone usted?

Juan Carlos Duran

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