Buenas noticias: el ecocidio podría convertirse en un crimen universal

 Buenas noticias: el ecocidio podría convertirse en un crimen universal

“El ecocidio es un crimen de Estado porque el Estado permite a las grandes corporaciones seguir con sus negocios para que hagan mucho dinero a costa del medioambiente“.

Polly Higgins 

Hay una heroína en la historia reciente del mundo que muy pocos conocen, pero que tiene un lugar enorme tanto en la lucha por un medio ambiente sano como en la calidad de vida que ello conlleva para todos los seres. Su nombre es Polly Higgins y se trata de una activista Británica quien dedicó toda su vida a exigir que el ecocidio fuese considerado por la Corte Penal Internacional como un crimen de lesa humanidad. 

Higgins murió recientemente pero hoy es considerada como la Abogada de la Tierra’ y su legado está más vivo que nunca, pues prácticamente en todos los países hay luchas ambientales, que usan, o buscan el reconocimiento de medidas legales para defenderse del ecocidio.

La historia de Higgins es aún más heroica si tomamos en cuenta que para conseguir que el ecocidio fuera reconocido como un crimen de lesa humanidad, abandonó su lucrativa carrera, e incluso vendió su casa. 

En el 2010, esta mujer presentó ante la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas la definición de ecocidio como la “pérdida, daño o destrucción severa del medio ambiente, al punto en que reduce drásticamente el disfrute pacífico por parte de los habitantes de un territorio”.

Para diciembre de 2019, durante la 18ª sesión de la Asamblea de las Partes en la Corte Penal Internacional de La Haya, tanto los países Vanuatu y las Maldivas pidieron a la Corte Penal Internacional introducir el crimen de ecocidio; asimismo, comunidades indígenas de todo el mundo, como el caso de  Brasil, están haciendo un llamado para proteger el Amazonas de las políticas del presidente Bolsonaro.

La carrera es catártica; sabemos que el límite aceptable de aumento de la temperatura, seguro para la humanidad y la naturaleza, es de  1,5°C y para que esto suceda tenemos que reducir las emisiones a la mitad para 2030 y llegar a cero emisiones netas para 2050. La realidad es que el carbono en la atmósfera no ha hecho más que aumentar, a pesar que desde 1992 los esfuerzos de la ONU para lograr acuerdos, existen. En este sentido parece que la buena voluntad no funcionará y necesitamos que el daño al medio ambiente sea un crimen reconocido legalmente y con efectos vinculantes, más si tomamos en cuenta que solo 100 empresas han sido las responsables de la emisión del 70% del carbono a la atmósfera desde 1988.

Avances

Declaraciones recientes, como la del presidente de Francia Emmanuel Macron, avivan la esperanza sobre el progreso en la legislación internacional sobre el ecocidio. Al parecer su gobierno incluirá este crimen en la legislación internacional. Asimismo, organizaciones como Stop Ecocidio, Extinction Rebellion (XR) y Fundación Internacional Baltasar Garzón (Fibgar), están propulsando esta iniciativa legal en diversos países; mientras, legislaciones locales en todo el mundo, por ejemplo, generan cambios como el hecho de que en Oaxaca, México, la naturaleza ya cuente con derechos

Por Ana Paula de la Torre/ Twitter: @AnaPaulaDeLaTD

Ana Paula de la Torre Díaz

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